SEPTIEMBRE 2017
IMAGINA TU ESCUELA IDEAL
¿Cómo te gustaría que fuera?
Esta pregunta la hemos lanzado a niños y niñas del CEIP El Faro y estas han sido algunas de sus respuestas. Respuestas variadas y llenas de color, respuestas que emocionan.
“Porque la escuela no debería ser un lugar gris, sino un espacio donde los niños y niñas pudieran sentirse seguros, crecer en conocimiento, divertirse, jugar... en definitiva, un lugar donde querer estar”
IMAGINA TU ESCUELA IDEAL
Esta pregunta la hemos lanzado a niños y niñas del CEIP El Faro y estas han sido algunas de sus respuestas. Respuestas variadas y llenas de color, respuestas que emocionan.
“Porque la escuela no debería ser un lugar gris, sino un espacio donde los niños y niñas pudieran sentirse seguros, crecer en conocimiento, divertirse, jugar... en definitiva, un lugar donde querer estar”
Iniciamos curso y retomamos nuestro Programa de Educación Emocional, buen momento para reflexionar sobre el tipo de escuela que queremos porque a la escuela y a los que somos escuela, frecuentemente, encorsetados por las exigencias curriculares y los libros de texto se nos olvida algo fundamental: soñar, reír, cantar, bailar, despertar la curiosidad, recitar poesía, fantasear, crear… se nos olvida educar la alegría, en definitiva ser felices. Emoción básica motor de aprendizaje, desarrollo y crecimiento.
Esta primera actividad que presentamos, ha servido de punto de arranque para reiniciar nuestro programa y ha sido realizada por todo el centro desde infantil a primaria: los alumnos de infantil y 1º de primaria la han realizado a nivel oral en asamblea y se han ido recogiendo algunas de sus reflexiones, los alumnos de 2º han escrito e ilustrado con dibujos sus propuestas y de 3º a 6º han realizado breves redacciones.
“Me gustaría que hubiera una cantina para cuando no tengamos almuerzo… un banco para la gente que esté triste y las otras personas les vean y puedan ir con ellas para consolarlas” (6º)
“Me gustaría que tuviera un aula de lectura con sofás, almohadones y alfombras” (6º)
"Me gustaría que la mascota de nuestra clase tuviera vida para poder cuidarla y jugar con ella" (1º)
"Que en el patio hubiera pistas de los diferentes deportes para poder practicarlos: baloncesto, fútbol, balonmano, voleibol, skate.. y jardines con flores" (1º)
"Una clase donde aprendamos a crear robots" (1º)
"Que el parque que tenemos al lado del cole se convierta en un zoo donde los alumnos seamos los encargados de cuidar a los animales" (1º)
Enlace a algunos de los trabajos
Y una vez recogidas las valiosas aportaciones de nuestros alumnos, como equipo docente tenemos el compromiso de analizar esa escuela que nos están pidiendo. Una escuela que favorezca el movimiento, el ejercicio físico, el deporte, el baile, la música, el arte... Una escuela abierta y luminosa que permita salir al parque, la entrada de animales y su cuidado... el contacto con la naturaleza, la experimentación y la creatividad; jugar, tocar, oler, mirar, sentir... la integración sensorial de la experiencia que implica un aprendizaje emocional y cognitivo diferente. Una escuela que promueva la alegría.
"Te voy a confiar un secreto: Hay una escuela donde no se aprende a deletrear, sino a cabalgar sobre ciervos. Tampoco se aprende a mirar fijamente a la pizarra con ojos soñolientos, sino a navegar sobre nubes. No a medir las carreras con cronómetros ni los saltos con cinta métrica, sino a bailar sobre el alambre. No se aprende a bajar la cabeza ni a mirar de reojo al maestro, sino a domar monstruos. Tampoco a balbucear textos sino a reconocer huellas de hadas..." La escuela de los niños felices de Gudrun Pausewang. Lóguez Ediciones, 2017
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La educación no es llenar una vasija sino encender un fuego.
William Butler Yeats.
"Te voy a confiar un secreto: Hay una escuela donde no se aprende a deletrear, sino a cabalgar sobre ciervos. Tampoco se aprende a mirar fijamente a la pizarra con ojos soñolientos, sino a navegar sobre nubes. No a medir las carreras con cronómetros ni los saltos con cinta métrica, sino a bailar sobre el alambre. No se aprende a bajar la cabeza ni a mirar de reojo al maestro, sino a domar monstruos. Tampoco a balbucear textos sino a reconocer huellas de hadas..." La escuela de los niños felices de Gudrun Pausewang. Lóguez Ediciones, 2017
